[Cadena nacional: Raúl Alfonsín encabeza acto por el Día de la Bandera]
En su primer Día de la Bandera como presidente de la Nación, Raúl Alfonsín toma juramento de fidelidad a la bandera a cadetes y soldados de la agrupación General Belgrano, al pie del Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario. En sus palabras previas, el presidente expresa que "en esas históricas barrancas, soldados formados frente al General Belgrano vieron flamear por primera vez a la bandera y juraron vencer a los enemigos de la patria y convertir a América del Sur en el templo de la libertad y la independencia". Recuerda el heroísmo de aquellos soldados y dice a la tropa: "a ustedes les pedimos en mismo esfuerzo, pero en otras pruebas". Les menciona su rol de protectores de la Patria, razón por la que "el pueblo argentino les entrega las armas". Expresa luego las "responsabilidades de la hora": dice que el mundo ha abierto los brazos a la democracia argentina recuperada. Asegura que no aceptará "imposiciones que afecten el salario de los que mas necesitan" y que el esfuerzo y sacrificio que exigen los compromisos heredados serán proporcionales a la capacidad de los distintos sectores, sin sacrificios para los más débiles. Agrega que un orden social no depende de que todos tengan iguales opiniones o sientan lo mismo, sino que se trata de mantener la unidad a pesar de las diferencias individuales, y mantener un modelo de vida civilizada y eficaz. Dice que la democracia debe confiar en sí misma y en sus armas, amparada por el estado de derecho y supeditada a la ley, que es el "secreto de las democracias fuertes". Advierte que el peso del derecho caerá sobre quienes "pretendan imponer sus intereses en forma coercitiva al resto de la sociedad". Agrega que no pide que nadie regale algo al país y al gobierno, sino que trabajen juntos con el país y con el gobierno. Pronuncia luego la fórmula de toma de juramento.